Reduciendo la adicción al celular/móvil, por segunda ocasión
Un problema que nos representa a la mayoría, sobre todo cuando tu trabajo y conexiones son 100% online
Agosto se ha pasado como una bala. No publiqué nada en la newsletter, porque de manera planeada decidí hacer una pausa por varios motivos. Sé que muchos de mis lectores en España se toman varias semanas de vacaciones en verano.
En LATAM, no es tan común tomarse un mes completo para desconectar. Si tienes niños, ellos sí dejan de ir a la escuela un par de meses, pero como adulto, en LATAM lo normal es tomarse tal vez una semana o 2 de vacaciones, y no dejar mucho el trabajo fuera de eso hasta la época de Navidad. Eso si tienes vacaciones… porque las condiciones laborales en algunos casos están para llorar.
Pero volviendo al tema del tiempo y las vacaciones, me tomé todo el mes un poco de manera “forzada”, ya que se juntó con una mudanza y visitas familiares que me tomaron prácticamente 3 semanas. Quien haya hecho una mudanza recientemente sabrá que la verdad es que te puedes pasar semanas acomodando cosas, comprando muebles, organizando, decorando, etc. y no terminas. Y pues en esas estamos en este momento.
Esa fue la razón principal por la cual decidí no asistir al SEOPlus este año, y me arrepiento un poco de no conocer a la otra mitad de caras y personajes con las cuales interactúo constantemente en Twitter que iban por primera vez, o que no fueron el año pasado. ¡Ojalá para el 2025!
Por otro lado, si alguno de ustedes habló conmigo por Telegram, Skype, WhatsApp, etc. posiblemente habrá escuchado que este año ha sido complicado por temas familiares, y eso le dio en la torre a mis hábitos de uso de celular.
Por una emergencia que ocurrió a inicios de año, decidí retomar el poner mi celular en el buró al lado de la cama para cargarlo por las noches. Esto significa que el iPhone está ahí a mi lado justo antes de dormir, y al momento de despertar. Por lo tanto, mi tiempo de pantalla ha aumentado considerablemente, sobre todo por las noches, y decidí que ya es tiempo de volver a dejarlo.
Creo que el móvil y los miles de notificaciones a las que estamos expuestos, sobre todo por redes sociales, es un problema de adicción que mucha gente en el mundo tiene. Un problema que no respeta edades, ya que un adulto de 60 años puede estar pegado a él, así como un niño de 7 años. Además, a diferencia de fumar o drogarse, no es mal visto aún.
Siendo alguien que depende totalmente de sus negocios en línea, los smartphones vinieron a cambiar el mundo. Ya podía revisar que no hubiera problemas y todo funcionara sin tener que estar sentado en mi escritorio. Pero a la larga, esto es más dañino que algo funcional.
¿Cuántas veces al año realmente surge una urgencia en tus negocios en línea que requiera que estés pegado con tu móvil a las 11 pm? Tal vez una o dos, si es que ocurre.
Aunque no hay un número fijo como tal, ya que es una adicción que apareció y se desarrolló durante la última década, la mayoría de artículos dicen que ver la pantalla del móvil y estar pegado a redes sociales por un rango de más de 2 a 4 horas al día se puede considerar una adicción. Yo conozco a gente que puede estar por más de 10-14 horas diarias y me sorprende, ya que es más tiempo que una jornada laboral de 8 horas. A diferencia de estar 10 horas frente a tu laptop, en el smartphone lo más probable es que solo estés consumiendo contenido, en vez de crearlo o trabajar.
En 2019 mi tiempo promedio de uso era de unas 5-6 horas. En ese momento decidí que era demasiado, y analizando algunos de los momentos en los que más me ponía a revisar redes sociales y las apps que más tiempo me tomaban, decidí reducir eso a un promedio de 3-4 horas (que, por cierto, sigue cayendo en el rango de adicción).
En ese momento desinstalé FB, IG, Pinterest y un montón de apps que no usaba por gusto, sino porque las notificaciones me llamaban todo el tiempo, y decidí que solo entraría a través de mi MacBook. Al mismo tiempo, desactivé la mayoría de las notificaciones porque cuando estás en redes sociales y varios grupos de WhatsApp o Telegram al final te desconcentras 100 veces al día, si no es que más.
Y con eso logré reducir poco más de una hora de uso.
Ahora venía la prueba final. Que era no ver 30-60 minutos el móvil antes de dormir y 30 minutos al momento de despertar. Así que quité mi cargador al lado de la cama y lo pasé a la oficina, y configuré el modo nocturno para cambiar el tono de la pantalla y evitar notificaciones después de las 10 pm. Salvo llamadas de emergencia que de todos modos puedo recibir o contestar a través del Apple Watch, lo demás no lo iba a ver hasta después de despertar al día siguiente y hacer mi rutina de todas las mañanas.
Y así fue como bajé el promedio a poco menos de 4 horas al día. Qué dicho así, aún suena mucho, pero pasar de 6 a 4 significa que mi día ganó 2 horas que podía dedicar a otras cosas, como tocar guitarra, convivir con mi pareja o salir a caminar.
Eso se mantuvo por 4 años, hasta enero del 2024. En donde, por una emergencia familiar, decidí poner de vuelta el iPhone al lado de la cama para poder estar al pendiente de todos los mensajes en WhatsApp. Y aunque esa emergencia ya no sigue ahí, porque está relativamente controlada, me cree el hábito de nuevo que tanto me había costado dejar 4 años atrás.
Entre viajes y mensajes, mi tiempo de uso subió a 7 horas diarias, quitándome incluso 1 hora de sueño en promedio (según los reportes del Apple Watch). Y distrayéndome mucho más.
Y eso que ya no tenía las aplicaciones que más me tomaban tiempo (ya me acostumbré a no verlas fuera de mi laptop), pero otras tomaron su lugar. Pasando 2 o 3 meses de ver mis estadísticas así de mal, pensé “¿por qué no instalar Instagram de nuevo?”, y ahí me tienes descargando Instagram porque por alguna razón, los anuncios que me salen tiene un mejor targeting ahí que en Facebook y como ya nos íbamos a mudar de casa me salían muchos anuncios de temas de construcción y decoración.
En fin. Pues eso.
Ya nos mudamos, y la emergencia se ha convertido en algo semi controlado, así que es hora de reducir ese tiempo de pantalla a 4 horas o menos. Me encantaría decir que 2 horas, pero hay que ser realistas que esto es como una dieta y cuando te vas a los extremos es más fácil recaer o que haya un “efecto rebote”.
Así que este artículo es solo para comprometerme a reducir mi tiempo de uso en el móvil, desinstalar cualquier app que me tome mucho tiempo y en donde yo consuma 100% contenido sin crearlo o sin aprender algo valioso, y para volver a hacerme el hábito de no tener el iPhone al lado de la cama. Ver notificaciones de redes sociales y correos de trabajo 5 segundos después de abrir los ojos es una pésima forma de iniciar el día.
Eso y para que los que me leen constantemente sepan (por si había duda) que todos tenemos problemas y dificultades en la vida. Hay que seguir adelante a retomar el camino. Y a veces se necesita compromiso. Sonará a problema de primer mundo, pero, pues, la mentalidad aplica para todo. Siempre hay subidas y bajadas, ya sea por temas mentales, económicos, de salud, etc.
Si fallo en unos días se los haré saber por Twitter o en otro post. ¿Alguien más aquí sospecha que su adicción al móvil y las redes sociales se está saliendo de control? ¿Cuántas horas consumes al día que podrías estar usando para otras actividades?
¡Nos leemos en la próxima, regresando a temas de tráfico y monetización!